Fue 28, después de una tarde "viendo" un partido de fútbol-pelea, le vi. Estaba allí, con su pelito mojado, como a mi me gusta. De testarudo como siempre pero bueno, eso es así. Nada le impidió decirme, "llama a tu madre y dile que vamos a cenar y a ver una peli". Pues así fue, la llame y fuimos a cenar. Pizza, mediana, masa fina, si no me equivoco, atún, cebolla y.. otro ingrediente y la mía de piña y jamón. Fanta y Cocacola, la cena perfecta. Después de ver Harry Poter, tocó cama y más o menos a dormir. Se podría considerar perfecto, desde mi punto de vista lo es, lógicamente porque estaba con él.
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