miércoles, 5 de octubre de 2011

Como Peter Pan, te acuerdas?


Decíamos que queríamos ser como él, que yo iría contigo siempre y cuando no tuviese que cuidar de los niños perdidos. Tu te reías, me decías que eso de hacerme cargo no era lo mio y  yo te dije no. Te conté gran parte de mi vida, pero siempre intentando despistarte y recordándote que no me conocías de nada. Me contaste que no querías saber nada de lo que tu y yo llamamos "amor", me decías que era un asco y que ya estabas cansado. Pero yo sabía que ese pensamiento te gustara o no, mucho no iba a durar. 
Al par de días de irme de allí, de aquel lugar. Me contaste que la ibas a ver. Mientras tú estabas confundido, yo, ya sabía lo que iba a pasar, sabia a la perfección que era lo que iba a pasar. Y fíjate, así pasó. 
Después de todo, no me conocías tanto como pensabas, no sabías que yo sabía que por mucho que tu dijeses "NO" yo sabía que eso era un "SÍ" como una casa.
Ese mismo día, cuando pasó todo, viniste a contármelo, y yo no supe como reaccionar ya que la noche anterior habíamos hablamos de que no podías ser tan bueno, que tenias que aprender a ser un poco más "hijo de puta". Por lo tanto no supe muy bien que decirte en ese momento, creo que no fui tan buena amiga como debí ser. 
Ahora mismo, después de una semana sin hablar de absolutamente de nada, he llegado a una conclusión. 
Puede que no hallas sido ese "hijo de puta" del que hablábamos, puede que te hallas equivocado o puede que no, pero hay tantas posibilidades que da igual como hallas reaccionado y lo que hallas hecho. Quédate con el "como te sentiste". 



No hay comentarios:

Publicar un comentario