martes, 22 de noviembre de 2011

no, yo tampoco lo entiendo.

Fue una llamada absurda como siempre, sin sentido. Una llamada de un par de minutos para que recordaras como era mi voz. Después de eso, pasaran varias semanas e incluso un mes o dos y me volverás a hablar, lo sé, te conozco.


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